Decirte

viernes, 2 de abril de 2010


Me gustaría mas amor saber que no estas con ella solo para poder aplacar un poco los pensamientos sobre su cuerpo me lo imagino tan terso que cuando lo tocas entras en un éxtasis infrenable y tus labios van rozando su piel tan blanca, cobriza o chocolate solo tú sabes, me inclino más por lo primero es un saber no lo sé.

Pensar que esta a tu lado y sus caricias y besos me gustaria besarte tal ves tu irrumpas por primera ves mis labios pero yo quiero que lo hagas quiero tus labios

Hoy te extrañe mucho amor la conversación de las seis me dejo pensando no en si me amas sino a ella creo que es bonita debe serlo (rubio o tal vez cabello claro) hay tantas cosas que pensar en esto te cuento me gustaría perderme y no pensar nunca no me gusta tener que pensar en nada pero en todo eso sé que si asi pasaras con ella frente a mí, tuvieras alguna enfermedad o simplemente ya no me amaras yo sé que te amare como te amo.
te amo te amo te amo te amo te amo te amo





DE Zelda Fitzgerald (copia, fragmento)
Otoño de 1930 Clínica Prangins, Nyon (Suiza)

Goofy, cariño, ¿a que ha sido un día precioso? Me desperté esta mañana y vi el sol como un regalo de cumpleaños en mi mesa, así que lo abrí y revolotearon en el aire un montón de cosas preciosas: amor a Doo-do y la sensación recordada del roce fresco de la piel del uno en la del otro en otras mañanas como una maestra. Y telefoneaste y dijiste que había escrito algo que te gustaba, por lo que no creo que haya sentido nunca mayor dicha. La luna desaparece en las montañas como un centavo perdido y los campos son negros y acres y deseo que estés para poder acariciarte en la quietud otoñal aún un poco como el último eco del verano. El horizonte se extiende sobre la carretera a Lausana y los campos suculentos como una guillotina y la luna sangra sobre el agua y no estás tan lejos que no pueda oler tu cabello en la brisa secante. Cariño, me gustan estas noches aterciopeladas. Nunca he podido determinar si la noche era un amargo [...] o un patrón espléndido, ni si te amo más en los eternos amaneceres clásicos en que se funde con el día, en la plena fanfarria religiosa de medianoche o tal vez en la plenitud del mediodía. De todos modos, te quiero muchísimo y me telefoneaste porque sí esta noche. Caminé por los cables telefónicos dos horas después aguantando tu amor como un parasol para mantener el equilibrio. Cariño mío.

[…]

Cariño. ¿Te sientes quizá sin rumbo, sorprendido, mirando bastante acusador que no llegue a ocurrir ningún melodrama cuando acabes la obra, como si hubieras cabalgado contra viento y marea con un mensaje para salvar a tu ejército y te encontraras con que el enemigo ha decidido no atacar (tal como te sientes a veces), o eres un niñito precioso con una fiesta a media semana (tal como eres a veces), o estás organizando, dinámico, y arreglando las cosas, como siempre?

Te quiero como eres siempre.

Buenas noches,
Cariño,

Cariño mío cariño cariño cariño cariño
cariño mío cariño cariño cariño cariño
cariño cariño cariño cariño
cariño cariño cariño cariño
cariño cariño cariño cariño
cariño cariño cariño cariño
cariño cariño cariño cariño




New Jersey, marzo de 1920

"Señorita Zelda Sayre:

Acaba de llegar tu carta. Contaba con que salieras de Montgomery el treinta de este mes, pero si estás lista para venir antes, digamos el veinte,telegrafía hoy. Sabes que te deseo constantemente mi niña. Tu foto noha llegado. Escribo mucho".

Carta de Francis Scott Fitzgerald a Zelda Sayre.



Y recordar siempre la palabra deseo antes ni pasaban por mis oidos y ahora solo tu me la dices


Esto solo es parte de un mundo lleno de amor ,esquizofrenia , alcohol , infidelidades todo esto a traves de una pareja que como existen no saben buscar las soluciones correctas. Transmitir en estas dos cartas publicadas tal ves un sentimiento que si conoces algo de mi entenderas que partes son un beso hasta pronto tal ves esta noche como todas en un mensaje una vos o un verte .

Carta I

jueves, 1 de abril de 2010

DE Zelda Fitzgerald
Primavera/verano de 1931

Clínica Prangins,
Nyon (Suiza)

Cariño, ¡Berna es una ciudad curiosísima! Tropezamos con Hansel y Gretel y los niños del bosque estaban justo bajo el gran reloj. Tiene que ser un refugio de todas las cosas perdidas, pintada de esa forma. Las leyendas germánicas pasan por alto los tejados rojos, descascarillados como una lluvia fantástica y los finales de todos los cuentos probablemente estén en las grietas. Subimos a la torre de la catedral entre susurros y allí oculta en el valle, enlosada con azucarillos, la casa de las brujas buenas, y pedí a todas sus imágenes pintadas tres deseos

Que tengas que quererme
Que me quieras

¡Quiéreme!

¿Puedes? Yo te quiero mucho.

El tren regresó por una bella palabra: Alpin-glun. Las montañas se habían cubierto el cuello de tul rosa como ancianas coquetas que se cubrieran las cicatrices y las artugas, y el dorado bajaba las lomas de la colina hasta el lago.

Cuando llegamos dijeron que habías telefoneado así que telefoné lo más indiscretamente posible porque no podía soportar no haber oído tu voz, esa preciosa sensación cálida como un masaje emocional.

Ay, amor mío, cómo puedes amar a una chica boba que compra queso y pan trenzado a príncipes encantados en el mercado público y se los come en las calles de una ciudad que se asoma a la vida como un reloj de cuco cuando pulsas la nota de reconocimiento acertada.

Te quiero, amor.











Te llame como un dia de tantos y tu sabes lo mucho que me gusta llamarte solo para decirte que te amo te quiero te extraño aunque hay personas que me dicen que no se puede extrañar y otras que dicen que si .
Te extraño de la forma en que solo con este sentimiento puedo hacerlo como en las estrellas y en manera de mi gran intencion de escuchar tu vos te llamo cada ves que ya no soporto mas no poder escucharte te amo con esos cachetes arillita cachetona aunque me digas que cachetona no va entonces seria cacheton igual de todas las formas .